¿Existe relación entre la hipermetropía y el estrabismo? Para que la imagen que vemos del exterior sea percibida con nitidez y clara es necesario que los rayos que ingresan del exterior se unan en un solo punto en la retina. Ésta situación “ideal” no sucede en los pacientes que presentan hipermetropía.
El ojo con hipermetropía es un ojo anatómicamente más corto o pequeño, entonces los rayos que provienen del exterior se forman por detrás de la retina. Ésto ocasiona una visión borrosa y fuera de foco. Las hipermetropías leves pueden no ocasionar alteraciones en la calidad de visión o fatiga visual. En el caso de hipermetropías medias-altas los síntomas ser pueden ser variables. El paciente puede cursar con disminución de la visión, dolor de cabeza, fatiga visual luego de la lectoescritura y a veces el esfuerzo para poder enfocar va acompañado de un exceso de convergencia, dando como consecuencia estrabismo (desviación de uno de los ojos hacia adentro). La desviación ocular pone en riesgo a los niños pequeños por la tendencia a producir ambliopía u ojo vago del ojo desviado.
Es por eso que debemos realizar el diagnóstico y tratamiento precoz en las infancias, para prevenir la pérdida irreversible de la visión del ojo desviado.
Te voy a explicar la relación que existe entre hipermetropía y el estrabismo para que puedas entender cuál es el tratamiento que indicamos para este tipo de desviación ocular.
Estrabismo
El estrabismo, también conocido popularmente como “ojos bizcos”, es una alteración en el alineamiento y paralelismo ocular. Ambos ojos perciben diferentes imágenes, lo que ocasiona confusión o visión doble. Esta situación lleva a la persona con estrabismo a adoptar diversos mecanismos de adaptación para evitar o atenuar esta confusión de imágenes.
Estos mecanismos evitan la tan molesta visión doble pero traen consecuencias. En el caso del niño produce supresión (o anulación) de la visión del ojo que está desviado, lo que conlleva un riesgo en el desarrollo visual de ese ojo. Otro mecanismo adaptativo es la posición compensadora de la cabeza denominada “tortícolis”, que puede provocar contracturas cervicales y trastornos posturales tanto en niños como en adultos.
Los pacientes que presentan estrabismo no presentan visión en tres dimensiones, debido a que esta cualidad visual únicamente puede lograrse cuando se fija en simultáneo con ambos ojos un mismo objeto.
Por todo ésto considero que el estrabismo es mucho más que un problema estético. Debe ser atendido y tratado para evitar complicaciones posteriores.
Hipermetropía
La hipermetropía es un defecto refractivo que, a pesar de ver de forma clara los objetos que se encuentran lejanos, no permite enfocar los objetos que se encuentran cerca.
Como les expliqué anteriormente, un ojo hipermétrope es un ojo pequeño. Por lo tanto la hipermetropía en los niños es una condición normal, o esperable. Más del 70% de los bebés presentan hipermetropía al nacer y a medida que el niño crece los ojos también lo hacen. Al aumentar el tamaño del ojo, se va reduciendo la hipermetropía, hasta lograr la visión normal. Situación en la cual los rayos provenientes de las imágenes del exterior logran hacer foco justo en la retina.
Cuando la hipermetropía es leve, usualmente no acarrea ninguna consecuencia, pero cuando el defecto refractivo es moderado o es alto, la probabilidad de provocar estrabismo es mayor.
La hipermetropía y el estrabismo
En la infancia, los niños deben esforzarse, para ver claramente, al realizar actividades con objetos cercanos, tales como rompecabezas, dibujos, lectura y escritura, entre otros. Para lograr ver claramente, los ojos necesitan un buen enfoque, lo cual conlleva realizar un esfuerzo, que usualmente es inconsciente, y que incluso los padres podrían no percibirlo.
Si el niño no ha logrado el desarrollo por completo de la visión conjunta de los dos ojos, el esfuerzo para el enfoque de cerca puede provocar que desvíe los ojos hacia adentro. Este caso es el llamado estrabismo acomodativo, y entonces uno de los ojos se enfoca adecuadamente en el punto a mirar, pero el otro ojo se desvía hacia adentro. Esta alteración de la mirada puede ser fácilmente detectable por los padres, y si continúa ocurriendo después que el niño ha cumplido los cuatro meses, necesita un control a la brevedad con oftalmopediatra.
Además de la desviación de la mirada, con un ojo enfocando hacia un objeto y el otro ojo enfocando a una dirección diferente, el niño con estrabismo no tiene la percepción de la profundidad o de la distancia a lo lejos. Al crecer, esta alteración puede producirle caídas frecuentes, tropiezos, tampoco ve correctamente los objetos en las tres dimensiones y presenta pérdida de la agudeza visual.
El esfuerzo requerido para el enfoque de cerca es mayor a medida que la hipermetropía aumenta. En estos casos, el niño necesita lentes para corregir el defecto de la hipermetropía y prevenir daños mayores en todo el sistema visual, tales como el estrabismo y sus consecuencias.
Usualmente, la hipermetropía en niños puede representar un problema importante, pero de fácil tratamiento. Con un examen de rutina con dilatación pupilar, podemos detectar si además del estrabismo el niño presenta hipermetropía.
¿Cuál es el tratamiento del estrabismo asociado a la hipermetropía?
Cuando el estrabismo convergente se asocia a hipermetropía mayor a la esperada para la edad se indica tratamiento con lentes. A este tipo de estrabismo que logra el alineamiento total (o casi total) con el uso de anteojos por hipermetropía se lo denomina “esotropia acomodativa”. El tratamiento es únicamente con uso de anteojos. No requiere tratamiento quirúrgico.
Pero no siempre la desviación se corrige completamente con el uso de lentes. En esos casos se evaluará cada caso en particular y se verá si requiere tratamiento de oclusión con parche y en los casos en los que incluso con el uso de anteojos presentan estrabismo con gran ángulo de desviación se podrá optar por la corrección quirúrgica en caso de ser necesario.
¿Qué hacer con los niños con hipermetropía?
Si los familiares detectan dificultad en la visión de cerca de los niños, fatiga visual o dolores de cabeza luego de la lectoescritura, o notan alguna desviación de los ojos, deben consultar con oftalmopediatra.
Cualquier desviación de la mirada que siga ocurriendo después de los seis meses de edad, debe ser motivo de consulta con un especialista a la brevedad.
Recuerden que mientras más temprana es la consulta, mayor es la probabilidad de lograr una buena salud visual del niño.
Si tenés dudas o consultas, podés agendar una consulta conmigo haciendo click acá
Lu