El estrabismo es conocido popularmente como “ojos bizcos”. Es una alteración asociada a la coordinación de la mirada, en el cual ambos ojos no pueden fijar hacia el mismo punto.
Este trastorno ocasiona problemas en la visión, en la mirada y en la percepción de los objetos, y en muchos de los pacientes acarrea un complejo en su apariencia estética. En muchos casos puede ser limitante para la realización de las tareas habituales, y en las relaciones interpersonales y sociales.
Con un tratamiento correcto, esta anomalía ocular puede ser corregida, tanto en los niños como en los adultos.
¿Qué es el estrabismo?
Es un trastorno ocular, que no permite que los dos ojos estén alineados para percibir ambos, en forma simultánea, el mismo objeto. Uno de los ojos se enfoca en el punto u objeto que se desea mirar, y el otro ojo se encuentra en otra dirección. Por lo tanto, al cerebro llegan dos imágenes diferentes.
De la misma forma que ocurre con otras partes del cuerpo humano, los ojos tienen movilidad y pueden enfocar la atención de la mirada hacia diversas direcciones, guiados por los músculos. Si no se tiene un control adecuado sobre la dirección del movimiento de los músculos, o si estos no responden adecuadamente, se presenta el caso de movimientos diferentes en ambos ojos. Con el estrabismo, los seis músculos que dirigen el movimiento de cada ojo no trabajan en forma coordinada.
En estas circunstancias, cada ojo está percibiendo una imagen diferente. Y como ocurre de forma natural, las imágenes de cada ojo son enviadas al cerebro. En este caso, se está produciendo una visión doble, creando confusión en el cerebro, el cual debe determinar cuál es la imagen correcta. El cerebro debe decidir sobre cuál de las imágenes se está enfocando la mirada. Ya no se da la posibilidad de tener dos imágenes iguales, que el cerebro las une para producir la visión tridimensional. Ahora, en este caso se pierde la visión de profundidad.
¿Por qué es importante la detección temprana?
En ocasiones, en especial en los niños, el cerebro aprende a percibir con más fuerza una de las visiones e ignorar la otra, evitando la confusión. Usualmente el cerebro ignora la imagen transmitida por el ojo que presenta desviación, ya que tiene una definición menor. Esto provoca que este ojo, cuya imagen se ignora, tienda a disminuir su función, y no se desarrolle bien ni completamente. Esta situación puede provocar que ese ojo vaya perdiendo funcionalidad con el tiempo, e incluso pierda la capacidad de ver. A esta situación se la conoce como “ambliopía” o comúnmente llamada “ojo vago o perezoso”.
Por esta razón, el estrabismo debe detectarse y tratarse a tiempo, para impedir la pérdida de la capacidad de visión del ojo desviado, la cual puede ser irreversible luego de culminado el período de maduración visual (hasta los 8 años).
¿Cuáles son los síntomas?
El rasgo predominante del estrabismo lo representa el hecho de detectar que los ojos de la persona que lo sufre se dirigen hacia puntos diferentes.
El estrabismo puede ser:
· Convergente, que es el más común, cuando la mirada se desvía hacia adentro. El término correcto es “Esotropia” o “Endotropia”
· Divergente, cuando la mirada se desvía hacia afuera. El término correcto es “Exotropia”.
· Vertical, cuando la mirada se desvía hacia arriba (Hipertropia) o hacia abajo (Hipotropia).
La persona con estrabismo, en especial los adultos, también puede presentar otros síntomas, tales como debilidad en uno de los ojos, cansancio visual, fatiga ocular, visión doble o borrosa e incremento de la sensibilidad a la luz, entre otros.
Tienen dificultad en la lectura, cansancio visual y falta de concentración. Además, el estrabismo afecta la visión de profundidad y en la capacidad de calcular distancias, por lo que los objetos se aprecian solo en dos dimensiones, pudiendo interferir con las actividades cotidianas y el deporte.
Aunque los síntomas están bien definidos, el diagnóstico debe ser realizado por médicos especialistas, con un adecuado y completo examen oftalmológico.
¿Qué causa el estrabismo?
En los bebés, el estrabismo puede ser congénito, es decir que está presente desde el nacimiento o en los primeros seis meses después del nacimiento. También se ha determinado con una frecuencia mayor en los bebés prematuros.
En otros casos, el estrabismo en lo niños puede deberse a diversas causas clínicas, como una parálisis cerebral, rubeola, alguna retinopatía, o algún tipo de traumatismo craneal. O cualquier otra patología que implique disminución de visión en alguno de los ojos, ya que la falta de estímulo de fijación llevará a la falta de alineación ocular y a la tendencia a la desviación.
El origen del estrabismo dependerá del tipo de estrabismo que presente el paciente. Puede estar presente desde los primeros meses de vida de un bebé. Puede ser secundario a procesos infecciosos e inflamatorios oculares o extraoculares, tumores, accidentes isquémicos, patologías neuromusculares, e incluso puede deberse a errores refractivos no corregidos como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo.
Tratamientos para corregir el estrabismo
Cuando los ojos pierden el paralelismo los especialistas debemos determinar la causa de este desorden y el tratamiento más adecuado para cada paciente en función del tipo de estrabismo, las características clínicas y el estado muscular que presente.
La consulta temprana con un especialista es de vital importancia para evaluar la causa y descartar patologías de mayor gravedad. Hacer un diagnóstico y un tratamiento precoz en la infancia nos permite prevenir un mayor impacto en el desarrollo visual del niño o niña con desviación ocular
Existen diferentes alternativas de tratamiento, entre las cuales se encuentran:
· La terapia mediante ejercicios ortópticos, que en muchos pacientes ayuda a aumentar el control sobre los movimientos, la amplitud de fusión de imágenes entre ambos ojos y la fuerza muscular. Esta terapia tiene indicaciones precisas y es realizado por técnicos en ortóptica.
· El uso de anteojos en caso de que el paciente presente miopía, hipermetropía o miopía no corregidas. En algunos estrabismo se puede lograr el alineamiento ocular solo con el uso de corrección óptica.
· El uso de la toxina botulínica. Puede ser utilizada sobre los músculos oculares. Solo se utiliza en ciertos tipos de estrabismo como el estrabismo congénito y algunas paresias musculares, entre otras.
· La cirugía, se actúa sobre los músculos hipo o hiperfuncionantes, modificando la fuerza que ejercen en los distintos movimientos para lograr el correcto movimiento armónico de ambos ojos.
Los tratamientos mencionados pueden ser aplicados por separado, pero usualmente se requiere de la utilización conjunta de varias alternativas, dependiendo de cada paciente. En particular, la cirugía va acompañada de las otras medidas, hasta recuperar el funcionamiento visual.
En todos los casos, el diagnóstico preciso y temprano es uno de los aspectos que se considera como más importante. No es recomendable que se deje transcurrir el tiempo, en especial en los niños, en una vivencia y rutina diaria con los ojos no alineados.
Si tenés estrabismo y te limita debes saber que tiene solución. Si querés sacar un turno para conocer el tratamiento adecuado para mejorar tu desviación podes hacerlo desde acá.
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